La adversidad de mi vida

Aproximadamente a los 2 años me han diagnosticado una hipoacusia bilateral profunda  (sordera en ambos oidos) . Cuando tenia 5 años, mis padres, ante la incertidumbre,indecisiones y el miedo que les invadía,  tomaron finalmente  la decision de colocarme un implante coclear para poder oír  .

Para los que no saben el implante coclear es un dispositivo electrónico diseñado para personas con pérdida auditiva grave o profunda. Su funcionamiento consiste en captar sonidos y transformarlos en señales electricas donde envian directamente al nervio auditivo. Un implante coclear consta de una parte externa que se coloca detrás de la oreja, y una interna que se implanta quirurgicamente debajo de la piel.

Desde alli  empezó mi vida con el implante coclear, pasé toda mi infancia y adolescencia yendo a una fonoaudiologa con la finalidad de aprender a hablar, oir e interpretar cada sonido que habia a mi alrededor. A pesar de las agotadoras obligaciones que tenia a esas edades, no la pasé mal. La verdad es que tuve una infancia muy feliz, cargada de momentos lindos con mis hermanos, con mis vecinos del barrio en donde jugabamos al escondite, a la mancha e inclusive me invitaban a jugar con ellos al fútbol.  Además tambíen tuve la suerte de tener una adolescencia normal con todo lo que eso implica, con amores, desamores, amistades, fiestas,viaje de egresados, etc. No me puedo quejar.

Curse con total normalidad la primaria, la secundaria y la universidad obteniendo mi titulo de técnica en hemoterapia.

Les muestro una foto mia con el implante coclear.

En febrero de 2020 con una amiga planificamos un viaje para  presenciar dos noches la famosa Fiesta Nacional de la Chaya. Disfrute mucho la primera noche en la cual cantaba la mismísima Soledad Pastorutti.  Me encantó su voz, su energia, su gran sentido de humor, ella realmente sabe como montar una fiesta inolvidable.

Sin embargo Dios tenia un plan para mi. Me estaba preparando para la segunda noche cuando sorpresivamente mi implante coclear dejó de funcionar, no podia escuchar absolutamente nada. Sentía miedo, preocupación y mucha angustia, que empecé a llorar sin poder contenerme.

Como se acercaba la hora del inicio de la segunda noche de la Chaya, sequé mis lagrimas y decidí disfrutar de esa fiesta viendolo a Luciano Pereyra, otro artista que ofreció un excelente show, pero esta vez  no pude apreciar su hermosa voz, solo su carisma, su alegria y sus bailes únicos.

Dias después, con la compañia de mi  madre, fuimos a ver a mi audiologa de cabecera, la cual me explicó que yo no podia oír a causa de que mi implante interno tenia fallas electronicas,  brindandome como única solucion una cirugia para un RE implante coclear. 

Ya pasaron un año y seis meses desde esa fecha tan impactante para mi, aún sigo sin poder oír. Hace mas de un año que no escucho mi música preferida, las voces y las carcajadas de mi familia, el canto de los pájaros que tanto amaba, el sonido de la lluvia que me hacian amar tanto la naturaleza. No conozco las risas de mis sobrinos que nacieron hace unos pocos meses,  menos aún  la voz de mi novio que canta y toca la guitarra. 

A pesar de lo que me está pasando, soy feliz . Me atrevo a decir que quedarse sorda no es el fin del mundo. No obstante, es cierto que mi vida cambio completamente, un giro de 180 grados. Antes me encontraba en mundo lleno de ruidos y sonidos hermosos que tanto valoraba. Ahora estoy en un mundo donde reina el silencio.

¡Saludos!