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Lali: Mi Fonoaudióloga y Segunda Madre

 

Mi querida Lali,

Hoy, a casi un año desde tu partida, siento la necesidad de escribirte estas palabras para expresar todo lo que significaste en mi vida. A lo largo de los 27 años que compartimos, lograste dejar una huella imborrable en mi corazón. No hay un solo día en el que no te recuerde con profundo amor y gratitud. Fuiste más que una fonoaudióloga para mí; fuiste una guía, una inspiración, y, sobre todo, una segunda madre.

No solo me enseñaste a comunicarme mejor, sino que, con esfuerzo y determinación, cualquier barrera puede ser superada. A través de tus enseñanzas, me diste la confianza para enfrentar el mundo, para no dejarme vencer por las dificultades que la sordera podía presentar.

Recuerdo con claridad cada sesión, cada momento en el que me alentabas a seguir adelante, aunque a veces parecía imposible. Fuiste exigente, sí, pero esa exigencia venía del amor y la profunda convicción de que podía lograr grandes cosas. Gracias a tu incansable esfuerzo y dedicación, hoy puedo decir con orgullo que soy una profesional, una docente universitaria, capaz de impartir conocimientos y guiar a otros, tal como vos lo hiciste conmigo.

El año 2020 fue un momento de prueba para mí, cuando mi implante coclear se rompió y me quedé "sorda" nuevamente. Fue un golpe duro, pero una vez más, vos estuviste a mi lado, como siempre lo hiciste. No solo me acompañaste en esos momentos de incertidumbre, sino que luchaste conmigo, mano a mano, con la obra social para que pudiera escuchar de nuevo. Tu apoyo fue incondicional, y gracias a vos, logré superar otra barrera más.

Lali, nunca podré agradecerte lo suficiente por todo lo que hiciste por mí. Fuiste mi pilar, mi apoyo en los momentos más difíciles, y la persona que siempre creyó en mí, incluso cuando yo misma dudaba. A través de tu ejemplo, aprendí que no hay límites para lo que puedo alcanzar, y que la verdadera fuerza reside en el corazón.

Tu partida me dejó un vacío enorme, pero también me dejó un legado invaluable. Me enseñaste a ser fuerte, a perseverar y a nunca dejar de luchar por mis sueños. Hoy, cada logro, cada pequeño paso adelante, lo hago en tu honor. Sé que desde donde estés, continúas guiándome con ese amor incondicional que siempre me brindaste.

Lali, te recordaré siempre con el más profundo cariño y respeto. Tu influencia en mi vida es eterna, y siempre vivirás en mi corazón como la mujer que no solo me enseñó a comunicarme, sino también a ser la mejor versión de mí misma. Gracias por todo, por cada palabra, cada gesto, y por haber sido esa segunda madre que tanto necesitaba.

Con todo mi amor y gratitud,

Micaela Ontivero

 

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